Portada / Juan Pablo Raba y sus confesiones animales
Actualmente incentiva el uso de tecnologías alternativas, de una dieta vegetariana y de productos que no provienen de seres vivos. Junto a él, hacemos un llamado de alerta en pro de los mal llamados perros callejeros. En el primer trimestre de este año, 2.344 han sido sacrificados en centros de Zoonosis. Anímate a adoptar y a salvarlos!
El medio ambiente y hacer todo lo posible para mejorarlo es un tema que está pendiente en la agenda de los gobiernos, organizaciones no gubernamentales y en la conciencia de miles... Como en la de Juan Pablo Raba, quien hace un llamado de alerta frente al tema del maltrato a los 'perros callejeros'.
Con este despectivo término son considerados miles de perros y gatos que no tienen un hogar y padecen noches sin abrigo y días enteros sin comida, expuestos a la intemperie y la penalidad de infinidad de enfermedades. Y por si fuera poco, su condición, en lugar de ser resarcida, es castigada. Durante el año pasado, solo en Bogotá, 10.214 animalitos abandonados fueron sentenciados a muerte y, durante el primer trimestre de 2010, ya habían sido sacrificados otros 2.344 en el centro de Zoonosis.
¿Cómo asumes esta problemática?
A veces no entendemos que los animales son responsabilidad nuestra. Cada sociedad es responsable por sus animales y cada ciudadano debe estar comprometido con ellos. Creo que es un problema de forma: tenemos que aprender a ser conscientes porque esos perros callejeros fueron abandonados por alguien... Hay que parar esta vaina.
¿Qué propones?
Desarrollar talleres para que la gente aprenda a tratar a los animales, a cómo ampararlos correctamente. Hay que hacer jornadas de esterilización, no de matarlos, que es inhumano. Se pueden esterilizar para controlar el tema de natalidad, hay que fomentar la conciencia para que la gente primero no los abandone y por otro lado los adopte.
Otro tema dramático es el de las mujeres embarazadas que regalan o abandonan a los gatos...
Me parece que es una bobada. A mí que me disculpen, pero nosotros siempre hemos tenido perros y gatos en la casa con bebés y no pasa absolutamente nada. Yo no sé si esto es un invento de la tradición popular, pero es mentira. Deberían brindar un tipo de información más certera o consultar, por ejemplo, con médicos bioenergéticos.
¿De dónde viene tu amor perruno?
Desde niño, he vivido rodeado de ellos. Por tantos viajes no había podido tener uno, pero ya me hacía falta. Entonces, con mi novia, Stefy, decidimos adoptar. En el canal se enteraron y un domingo me llamaron a decirme que una compañera se había encontrado un perrito. Lo conocí y apenas me vio se me botó en los brazos a darme un lengüetazo... Era para mí.
¿Cuánto llevas con 'Socio'?
Cuatro meses y es fabuloso. Un animal le cambia a uno la vida por completo, porque depende absolutamente de ti, es como tener un hijo. Cambias tu propio ritmo para acostumbrarte a él, para cuidarlo y atenderlo como debe ser.
No te desampara ni de noche ni de día...
Sí, es un miembro más de la familia, va conmigo a las grabaciones y en RTI la gente lo adora; me acompaña a los viajes, está con nosotros en la casa y es curioso, porque empieza a crecer una relación prácticamente sin palabras: ves cómo se comporta, las cosas que necesita, lo que le gusta y él aprende esas cosas de ti.
A veces se levanta a mitad de la noche, entonces tienes que levantarte y abrir la puerta, porque ya aprendió a hacer sus cositas afuera; es como una personita, lo que le falta es hablar.
¿Cuántos perros han pasado por tu vida?
Una vez llegué a tener 14. Claudia, la esposa de mi papá, es amante de los animales y los recogía. Cuando viví con ellos en España, me enseñó a cuidarlos.
¿El que llevas en el corazón?
Todos eran bonitos, pero me acuerdo especialmente de Carola, de Groncho y de Ramón Rodríguez, eran los perros más grandes y los que más quería.
Amante de los 'gozques'
Me parece absurdo comprar un perro de raza actualmente, con toda la problemática que hay. Se trata de un ser viviente que te da el mismo cariño, sea de raza fina o el chandoso más callejero. Entonces la idea de tener un perro es la de compartir ese cariño con un animalito. Hoy en día soy fanático de los 'gozques'.
"No me costó volverme vegetariano. Uno está acostumbrado a mascar, pero cuando le agarras el gusto a comer saludablemente, tu vida cambia. Ya no pienso en comer sino en alimentarme".
¿El delito de ser callejero?
Entre otras penas, las mascotas sin hogar son condenadas a vivir en estrechas prisiones en estados deplorables de salubridad mientras aguardan por alguien que las adopte, situación que para la mayoría no llega, engrosando las filas de aquellos a quienes les aplican la eutanasia.
No en vano, Marcela Ramírez, directora de la Red de Protección Animal y Ambiental, señala que "la sociedad los condena al abandono y la pobreza y el Estado, a la muerte. El que tiene mucho y los puede socorrer no lo hace y casi siempre el que ampara y protege es tan necesitado como el pobre". En vista de esto, la Secretaría Distrital de Salud ha reforzado sus planes de esterilización y adopción. "Si no fuera por estos programas, hoy habitarían en Bogotá cerca de 1 millón de perros", comenta Héctor Zambrano Rodríguez, secretario Distrital de Salud.
¿Quisieras hacer de un 'callejero' un animal feliz? Puedes hacerlo llamando a la línea de adopción de Redpaa Tel. 811 0804, Vet Smart Clínica Veterinaria. Tel 287 5121, Bogotá. o ingresando en Internet a wwwredpaa.org o abrazode4patas.blogspot.com. O apoyando el programa del Centro de Tenencia y Adopción Canina, que por una contribución de 25.000 pesos te entrega una mascota rescatada de las calles, llamando a los teléfonos 440 8998 y 440 8996, Bogotá o ingresando a wwwsalvaunamigo.org
El amor en verde de Raba
Y ya llevas seis meses con Stefy...
Tenemos una relación superbonita. Actualmente ella está trabajando en el canal del Congreso, con la sección de las noticias políticas. Es ingeniera y comunicadora y ando muy enamorado.
Después de mucho intentarlo... ¿Esta sí es?
Ha sido una relación muy tranquila, de total aprendizaje, nos llevamos superbien. Nuestras familias se quieren de manera especial: yo adoro a su mami y ella quiere mucho a la mía y tratamos de pasar todo el tiempo juntos haciendo cantidad de cosas. Fuimos a Barranquilla a celebrar su cumpleaños, este sábado 31 de julio, ha sido un noviazgo de mucho crecimiento.
¿Viven juntos?
Pasamos mucho tiempo en pareja, pero cada cual en su casita.
¿Te gustaría volverte a casar?
Sí, yo no tengo nada en contra del matrimonio, creo que uno debe aprender a manejarlo mejor, pues tiene como demasiados paradigmas de la religión y de la sociedad que hay que tratar de restablecer.
¿Y ser papá?
Me encantaría, tengo muchas ganas. Pero en la medida de lo posible, debe venir como en una casa estable, cuando una pareja tenga una relación ya muy sana, para poder criarlo correctamente. A veces estamos solucionando tantos problemas como de entendimiento y uno trae un hijo al mundo, cuando ni siquiera se conoce bien con su pareja; entonces, imagínate, así no me gustaría.
Un musulmán en 'El Clon'
Recién terminas de grabar el final de la novela (-la última escena la hizo el 31 de julio). ¿Cómo viviste los últimos meses siendo musulmán?
Hacía dos años que no me les medía a las novelas, después de Los caballeros me fui a Los Ángeles, pues quería vivir un tiempo allá y vine para ser el padrino de boda de un amigo y justo me llamaron para El Clon.
¿De qué se trata la historia?
Es una novela muy interesante, la escritora Gloria Pérez hizo una historia bastante compleja: habla de clonación, de drogadicción, temáticas fuertes.
¿Te vamos a ver con cara de muy malo?
Soy Sheikh, el antagonista. No se trata del villano clásico, él no tiene maldad, sino que está absurdamente enamorado de una mujer, por la que empieza a hacer cosas en contra de sus principios y de su religión.
¿Sí pegará una novela con tinte religioso?
Eso es lo que la hace diferente. En México, por ejemplo, es la segunda producción más vista. Yo formo parte del mundo oriental, soy musulmán y desde esa premisa empiezas a entender todo: cómo manejan el tema amoroso, la religión y el por qué mi personaje se comporta de manera tan obsesiva.
¿Cómo te sumergiste en el mundo musulmán?
RTI siempre tuvo asesores. Por mi lado investigué, pero tuvimos un guía en el set y al que podíamos preguntarle. También nos guiaba en los textos en árabe. Fue un reto.
¿Tomaste clases?
No, nos lo aprendíamos repitiendo como loros.
Raba y su terapia naranja
¿Cómo ha sido este proceso?
Sigo meditando, es una evolución espiritual importante y además estoy en mi terapia con Patricio Uribe, es de psicología bioenergética y además, paso por un proceso vegetariano, como limpieza.
¿Te sientes más liviano?
Totalmente, hago un programa que se llama Alerta Naranja (wwwalertanaranja.com), es un proceso de regeneración celular con una serie de suplementos y alimentación para recuperar tu cuerpo, por todo el daño que le has hecho con los malos hábitos. Es muy profundo, muy, muy bonito.
¿Y se acabó la rumba?
Sí, la dejada de rumbear ya fue hace tiempo. Por ejemplo, el sábado le celebramos el cumpleaños a Stefy, en Barranquilla, pero uno va cogiendo un poquito más de conciencia y me provoca levantarme un poco más temprano, a hacer ejercicio, aprovecho mejor el día.
¿El cambio de dieta tendrá que ver con tu baja de peso?
Sí, ha sido la limpieza y un poquito también de ejercicio. Practico el Cross fit, un entrenamiento fuerte, que es una especie de disciplina militar, que combina ejercicio y levantamiento de peso olímpico, he bajado 10 kilos.
¿Y nunca hay ganas de cometer un 'pecadito'?
Me gusta utilizar una frase que dice: 'La conciencia no tiene marcha atrás'.
Todo un caballerazo
Los caballeros las prefieren brutas se ha convertido en un fenómeno televisivo en Latinoamérica y en Colombia. Caracol la transmite por horario prime.
¿Cómo has experimentado el éxito de la serie?
Fue arriesgado: no sabían cómo iba a funcionar una serie latina, en un continente que está más acostumbrado a las novelas. Ha tenido éxito en todos los países donde se transmite rompimos paradigmas y es muy grato.
¿Batallaste 'con los dientes' por el papel de Alejandro?
Más o menos. Todos pasamos por un proceso de casting arduo, yo hice tres pruebas y lo curioso es que nunca me llamaron a hacer de Alejandro. Un día me encontré con el productor y me dijo: "Por qué no haces casting para Alejandro" . Audicioné con Valerie y les gustó la dupla.
¿Qué tal meterse en el cuento del tipo medio galán y medio perro?
Al principio me preocupó porque se trataba del antigalán: sin trabajo, sin dinero, mentiroso. Quise hacer un personaje que fuera divertido, para que la gente se encariñara, y acerté, porque uno termina perdonándole todos los desastres (risas).
Te oyes tan emocionado... ¿este ha sido el mejor trabajo de tu vida?
Sí, ha sido el más agradable que he hecho. Tuvimos tiempo para ensayar, para grabar con calma, nunca hicimos más de diez escenas por día, porque por lo general, en novela, se hacen treinta.
Con sinceridad, ¿es mejor hacer una serie que una novela?
El formato cambia por completo. No digo que sea mejor o peor, es diferente.
"Llegué a un momento superbonito de mi vida, porque además estoy pasando por un proceso interno de crecimiento y de aprendizaje. Stefy es una persona tranquila, inteligente, precisa en sus acciones, muy amorosa. Se siente orgullosa de mí, de mi trabajo, y eso en pareja es bien importante".