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Соледад Сильвейра / Soledad Silveyra

Соледад Сильвейра / Soledad Silveyra - 2

Соледад Сильвейра / Soledad Silveyra - 3

Отредактировано Андрес (13.04.2023 19:01)

Невероятно красивая с малышом на руках.    

Ей хорошо, она красива в любой одежде: платье, строгий костюм или джинсы.

У Солиты взломали инстаграм

Me hackearon el Instagram! Estoy en proceso de recuperación, les aviso ni bien lo logre. No sé quien maneja ahora @soledad_solita_Silveyra.

Солите восстановили её инстаграм

Recuperé mi cuenta de Instagram! Gracias por la ayuda a los que lo hicieron posible. Los espero en @soledad_solita_silveyra

Как по мне, несерьёзно, глупо со стороны Вивианы устраивать публичные сцены ревности. Солита для Освальдо большой друг, надежный, верный партнер, но Вивиана жена, у неё, по-моему, никогда не было веских причин заподозрить мужа в измене.

Какая же она красивая, просто невероятно.  

Solita Silveyra: su rol de abuela, los planes para el verano y la fantasía de un novio extranjero

La hoy jurado del Bailando volvió a un set de tevé para grabar su participación especial en Heidi, bienvenida a casa, la tira infantil de Nickelodeon que saldrá al aire en 2017. Aquí, el disfrute de su rol de abuela, los planes para el verano y la fantasía de un novio extranjero.

Solita (64) no se despega de sus textos. Los repasa para sus adentros y los ensaya en voz alta. En los estudios ADN despunta el vicio de actriz, ese que hace a su esencia, y se pone el traje de abuela para interpretar a Astrid Rottermeier en Heidi, bienvenida a casa, la tira infantil de Nickelodeon que saldrá al aire en 2017. “Me llamó Marcela Citterio, la autora... ¡y no pude decirle que no! Ella escribió Amor en custodia, uno de los grandes éxitos de mi vida –junto a Osvaldo (Laport)– y le tengo un cariño especial”, cuenta sobre su participación.
Entonces, entre una escena y la otra, la jurado del Bailando desde hace tres temporadas conversa con GENTE. “Siempre me gustó actuar para chicos, y ahora que soy abuela ¡mucho más! Inés y Clarita vieron mis películas de Pinocho y La Cenicienta. Les encanta descubrirme en ese universo”, apunta sobre su gozoso “ser abuela” de cinco nietos: Inés (8) y Clarita (7) –de Baltazar Jaramillo (45)– y Milos (5), Simón (1 año y 8 meses) y Río Beltrán (2 meses) –de Facundo (43)–.

–¿Cómo fue componer a una abuela alemana?
–Como Milos va a un colegio alemán, le pregunté a mi nuera si conocía a alguien que me pudiera dar unas clases y me contactó con Linda, una mamá del colegio, quien –súper solidaria– me ayudó. ¡Es un idioma muy difícil! La verdad, hice una abuela que no tiene nada que ver conmigo. Mucho más rígida.

–¿O sea que sos malcriadora?
–Diría que soy un muñeco al que pintan, disfrazan... Jugamos hasta que les digo: “Me duele la cintura. ¡Paremos un poquito!”. Me divierto mucho con mis nietos. Y las chicas, en particular, son un descubrimiento. Porque yo sólo sé lo que es tener hijos varones. Nos vemos siempre los fines de semana, en lo de Facu o en lo de Balta. Me compré un departamento con cuarto para los nietos pensando que vendrían más a casa, pero ¡soy yo la que va a lo de ellos!

–¿Qué planes tenés para el verano?
–Vacaciones en familia. No voy a trabajar. Primero nos vamos a una playa en Uruguay y después seguramente unos días a Brasil. Sí estoy buscando obra para hacer más adelante, porque me gustaría volver al teatro.

–¿Extrañás la actuación?
–¡Sí, claro! Le dediqué sesiones de terapia al tema. Creo que no hay que dejar de afilar el instrumento. Por eso me gusta seguir cursos, talleres de literatura... Si bien el Bailando me da mucho placer, te absorbe.

–¿Lo disfrutás más que en años anteriores?
–Me hago menos mala sangre. Al entrar Pampita, ya no está la alianza entre Nacha y Moria. Y el jurado es otro. Porque cuando una no tiene cultura mediática, tarda en acostumbrarse. ¡A mí me llevó tres meses! A veces es como jugar con fuego.

–¿Cuánto tiene de personaje lo que hacés allí?
–No es un personaje. Ahí no puedo dejar de ser yo. Sí es una búsqueda por lo que significa tener el cuarto lugar. Para mí fue un gran aprendizaje en muchos aspectos. El desafío está en que la solución nunca apuntó a irme si las cosas se ponían complicadas... Y creo que cuando Listorti dice –jorobando– que es una beca, tiene razón. Porque trabajamos en vivo lunes y martes, el miércoles grabamos dos programas –son alrededor de diez horas–, pero jueves y viernes descansamos. Es decir que gano un buen sueldo sin matarme doce horas diarias todos los días de la semana. Tengo que estar contenta por eso. Y realmente aprendí a querer al programa. Además, entré al mundo de las redes sociales, que para mí era desconocido. Antes tenía sólo Facebook, y ni lo miraba. Ser jurado me da una popularidad distinta a todo. Lo comprobé haciendo temporada en Córdoba, por ejemplo.

–¿Andás con ganas de tener un novio?
–Mmm. No tengo tiempo. Por ahora... La verdad, primero quisiera viajar. Incluso, me tomaría unos meses para reencontrarme conmigo y recorrer Europa. Pero no soy rica. Así que no puedo vivir sin trabajar. Tengo la fantasía de que viajando engancho a un extranjero. Pasa que después pienso: “Si me voy cuatro meses a Europa, ¿qué hago sin mis nietos?”. Así que no sé. Veremos...

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